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AT-TAWBA*
El arrepentimiento o el acercamiento a Allah después de haberse alejado de Él
- Dicen los Ulamá: Es obligatorio hacer tawba de cada falta. Y si ocurre entre el siervo y su Señor, sin que intervenga nadie más, tiene tres condiciones, que son: la primera, abandonar la mala acción completamente; la segunda, entristecerse y dolerse por haberla hecho; y la tercera, hacer el firme propósito de no volver a caer en ella. Y si no se da ninguna de ellas, la tawba no es válida. Pero si la falta ocurre entre hombres las condiciones son cuatro: las tres mencionadas y que se restituya a su dueño lo que es suyo. Si se trata de dinero o algo parecido hay que devolverlo y es obligatorio hacer tawba de todas las faltas. Y las indicaciones de esta obligatoriedad se manifiestan en el Corán, en el hadiz (Sunna) y en el consenso general de la umma.
Se transmitió de Abu Huraira, Allah esté complacido con él, que oyó decir al Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé paz:
“Por Allah que yo Le pido perdón y hago tawba más de setenta veces al día.”
Lo relató Al Bujari.
De Abdallah Ibn Úmar Ibn Al Jattab, Allah esté complacido con los dos, que el Profeta, la paz y la bendición de Allah sean con él, dijo:
“Allah, Poderoso y Majestuoso, acepta la tawba del siervo mientras no esté agonizante.”
Lo relató At Tirmidí(Hadiz Hasan).
De Abu Saíd Al Judrí, Allah esté complacido con él, que el Mensajero de Allah, que Él le bendiga y le dé paz, dijo:
“Hubo un hombre que mató a 99 personas y preguntó por el más sabio de la
tierra. Le indicaron a un monje, fue a verlo y le preguntó que si habiendo matado a
99 personas se le aceptaría su tawba.
Y le respondió: ‘¡No!.’
Entonces lo mató, completando así los cien.
Después volvió a preguntar por el más sabio de la tierra. Y le indicaron a un
gran sabio al que preguntó que si habiendo matado a cien personas se le aceptaría
su tawba.
Le respondió: ‘¡Sí! Y nadie se podrá interponer entre tú y tu arrepentimiento.’
A continuación le dijo:
‘Parte a una tierra en la que encontrarás a una gente que adora a Allah, Altísimo
sea. Adórale tú con ellos y no regreses a tu tierra, que es mala.’
Marchó y llegando a la mitad del camino le sobrevino la muerte. Entonces dilucidaron
sobre él los ángeles de la misericordia y los del castigo, y dijeron los primeros:
‘¡Venía con su corazón arrepentido a Allah, Altísimo sea!’
Después dijeron los segundos: '¡Realmente nunca hizo bien!’
Entonces llegó un ángel con forma humana, lo hicieron juez entre ellos y dijo:
‘Medid desde la tierra que venía hasta la que iba y de la que más cerca estuviere
al morir, de ella es.’
Midieron pues, y lo encontraron más cerca de la tierra a la que iba. Así que lo
cogieron los ángeles de la misericordia.”
Lo relataron Al Bujari y Muslim.
Y en un relato Sahih de Al Bujari se dice:
“Y al estar un palmo más cerca de la aldea buena lo hicieron de su gente.”
De Abu Málik Al Hariz Ibn Asim Al Asharí, Allah esté complacido con él que el Mensajero de Allah, Él le bendiga y le
dé paz, dijo:
“La purificación es la mitad del imán y la expresión de agradecimiento ‘alhamdulillah’
llena la balanza; y las expresiones de ‘subhanallah’ y ‘al hamdulillah’, llenan
lo que hay entre los cielos y la tierra; la oración es luz; y la sádaqa una prueba de la
fe del que la da; y en la paciencia los asuntos se ven más claros; y el Corán será una
prueba a favor o en contra; y cada uno comienza el día como vendedor de sí mismo,
liberándose o condenándose.”
Lo relató Muslim.
De Anás, Allah esté complacido con él, que dijo:
“Pasó el Profeta, que Allah le bendiga y le dé paz, junto a una mujer que lloraba
desesperadamente al lado de una sepultura y le dijo: ‘Teme a Allah y ten paciencia
y resignación.’
Y ella le contestó: ‘Apártate y aléjate de mí, pues a ti no te ha ocurrido una
desgracia como la mía ni la has conocido.’
Entonces le dijeron: ‘Es el Profeta, que Allah le bendiga y le dé paz.’
Después fue a él y le dijo (en señal de disculpa): ‘¡No te reconocí!’
Y él contestó: ‘La paciencia hay que tenerla en el primer momento de la desgracia’.”
Lo relató Al Bujari.
Se transmitió de Ibn Masud, Allah esté complacido con él que dijo el Profeta, Allah le bendiga y le dé paz:
“La verdad conduce a la virtud y la virtud conduce al Jardín. Y el hombre,
mientras diga la verdad, será considerado veraz ante Allah. Y por otra parte, la
mentira conduce al vicio. Y el vicio conduce al Fuego. Y el hombre, mientras siga
mintiendo, será considerado mentiroso ante Allah.”
Lo relataron Al Bujari y Muslim.
De Abu Muhammad Al Hasan Ibn Ali Ibn Abu Talib, Allah esté complacido con los dos, que dijo:
“He aprendido del Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé paz, su dicho:
‘Deja aquello que te hace dudar de su licitud y encamínate a lo que no te hace dudar.
Pues la verdad realmente es tranquilidad, sosiego y paz interna; y la mentira,
duda’.”
Lo relató At Tirmidí (Hadiz Sahih).
De Abu Jalid Hakim Ibn Hizam, Allah esté complacido con él, que dijo el Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé paz:
“Tanto el vendedor como el comprador tienen la palabra sobre la anulación de la compra o
venta, mientras no concluyan y se separen. Y si son veraces y claros en los defectos de la mercancía,
si los tuviere, por ejemplo, sería bendecida su compra o venta. Pero, si ocultan algo o mienten,
perdería toda báraka (bendición) el trato de compra o venta.”
Lo relataron Al Bujari y Muslim.
DE
HACIA LAS ACCIONES DE SUS SIERVOS
De Ibn Abbás, Allah esté complacido con los dos, que dijo:
“Estaba un día detrás del Profeta, Allah le bendiga y le dé paz, y me dijo:
‘¡Muchacho, te enseñaré unas palabras!: Protege a Allah (Su Din) obedeciendo
sus mandatos y alejándote de sus prohibiciones y Él te protegerá; protege a Allah y
siempre estará contigo; y si pides ayuda, pídesela a Allah. Y debes saber que si toda
la gente se reuniera para beneficiarte en algo, no te beneficiarían en nada que no
hubiese decretado Allah para ti; y si se reunieran para perjudicarte en algo, no te
perjudicarían en nada que no hubiese decretado Allah para ti. Pues ya está todo escrito’.”
Lo relató At Tirmidí (Hadiz Hasan).
De Abu Huraira, Allah esté complacido con él, que oyó decir al Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé paz:
“Quiso Allah poner a prueba a tres de la tribu de Israel, un tiñoso, un leproso y
un ciego. Les envió a un ángel que le preguntó al leproso: ‘¿Qué es lo que más te
gustaría?’
Dijo: ‘Un buen color, una buena piel y que desapareciera aquello que hace sentir
a la gente asco por mi.’
Entonces lo frotó y Allah le dio la cura.
Después le dijo: ‘¿Qué riqueza desearías?’
Dijo: ‘La de los camellos.’
Así que recibió una camella preñada y bendiciones por ella. Después fue al tiñoso
y le dijo: ‘¿Qué es lo que más te gustaría?’
Y contestó: ‘Un buen pelo y que desapareciera aquello que hace sentir a la
gente asco por mí.’
Así pues, lo frotó y le desapareció la tiña. Recibió un buen pelo y después le
dijo: ‘¿Qué riqueza desearías?’
Dijo: ‘Las vacas.’
Y le dio una buena vaca preñada, dándole al mismo tiempo las bendiciones por
ella.
Después fue al ciego y le preguntó lo mismo: ‘¿Qué es lo que más te gustaría?’
Contestó: ‘Que Allah me devolviera la vista de forma que pudiera ver a la gente.’
Así que lo frotó y Allah le devolvió la vista. Después le preguntó: ‘¿Qué riqueza
desearías?’
Dijo: ‘Los corderos.’
Así que recibió una buena oveja con una cría recién parida. Se multiplicaron
los ganados. Y uno llegó a tener una manada de camellos, otro de vacas y el otro
un rebaño de corderos. Después fue de nuevo al leproso con una imagen y aspecto
nuevo y le dijo: ‘Soy un pobre hombre y se me ha acabado todo lo que tenía en el
viaje. Así que no me queda otro remedio que recurrir hoy, primero a Allah y después
a ti. Te pido por aquel que te ha dado un buen color, la nueva piel y la riqueza,
un camello como provisión para el viaje.’
Y le contestó: ‘¡Mis gastos son demasiados!’
Y le dijo: ‘Creo que te conozco. ¿Tú no eras leproso y la gente tenía asco y
después Allah te dio todo?’
Y le contestó: ‘Toda esta riqueza la he heredado de mi padre que la había heredado
de mi abuelo.’
Y dijo: ‘Si estás mintiendo, que Allah te convierta en lo que eras antes.’
Después fue al tiñoso con un nuevo aspecto y le dijo lo mismo que le había dicho
al anterior. Y le contestó lo mismo que le había contestado el anterior.
Y le dijo: ‘Si estás mintiendo que Allah te convierta en lo que eras antes.’
Después fue al ciego con su nuevo aspecto y le dijo: ‘Soy un pobre hombre y
viajero y se me ha terminado lo que tenía para el viaje. Así que no tengo más remedio
que recurrir hoy, primero a Allah y después a ti. Te pido pues, por aquel que
te ha devuelto la vista, una oveja que me sirva de provisión para el viaje.’
Y le contestó: ‘Verdaderamente estuve ciego y Allah me devolvió la vista. Coge
pues lo que quieras y deja lo que quieras. Y por Allah que no voy a afligirte hoy,
sólo porque cojas algo por Allah, Poderoso y Sublime.’
Y le dijo: ‘Coge lo que te pertenece pues habéis sido probados por Allah y Él
se ha complacido contigo. Sin embargo, se ha enojado con tus dos compañeros’.”
Lo relataron Al Bujari y Muslim.
AT TAQWA, EL TEMOR DE ALLAH
De Abu Huraira, Allah esté complacido con él, que dijo:
“¡Oh Mensajero de Allah! ¿Quién tiene el mejor grado entre toda la gente?’
Dijo: ‘El que más teme a Allah.’
Dijeron: ‘No te preguntamos eso.’
Dijo: ‘Entonces José, hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham.’
Dijeron: ‘No te preguntamos eso.’
Dijo: ‘¿Pues acerca de qué tribus árabes me preguntáis?’ Los mejores de ellos
en Yahilía serán los mejores de ellos en el Islam, si entendieron el Din y lo practicaron
correctamente’.”
Lo relataron Al Bujari y Muslim.
De Ibn Masud, Allah esté complacido con él, que el Profeta, Allah le bendiga y le dé paz, solía decir:
“ Allahumma inní asaluka al huda wa at tuqá wa al afaf wa al guina”
(“¡Oh Allah, te pido la guía recta; el temor a Ti; la honestidad; y la riqueza de
espíritu para poder prescindir de los bienes de los demás.”)
Lo relató Muslim.
De Abu Umama Al Bahili, Allah esté complacido con él que oyó decir al Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé paz, en
la peregrinación de despedida:
“Temed a Allah, haced vuestras cinco oraciones, ayunad en el mes de Ramadán,
pagad el zakat (limosna obligatoria) de vuestra riqueza, obedeced a vuestros
mandatarios (emires) y entraréis en el Jardín.”
Lo relató At Tirmidí (Hadiz Hasan Sahih).
DE
EN ALLAH
De Ibn Abbás, Allah esté complacido con los dos que dijo el Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé paz:
“Se fueron presentando delante de mí los diversos pueblos. Vi a un profeta y
con él unos pocos hombres. A veces a otro profeta y, con él, uno o dos hombres, y
a veces veía otro que no tenía nadie con él. Cuando después vi una gran multitud
de gente, pensé que era mi pueblo. Pero me dijeron que era Musa y sus seguidores.
Sin embargo, me dijeron: ‘Mira el horizonte’. Y vi mucha gente. Después me dijeron:
‘Mira al otro lado’. Y vi de nuevo mucha gente. Y me dijeron: ‘Estos son tus seguidores y entre
ellos setenta mil hombres que entrarán en el Jardín sin cuenta ni castigo’.”
Después se levantó y entró en su casa. Y la gente empezó a hablar sobre los
que entrarían en el Jardín sin cuenta ni castigo. Y dijeron algunos:
‘Tal vez sean los que acompañaron al Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé
paz.’
Luego dijeron otros: ‘Tal vez sean los que nacieron en el Islam y no adoraron a
otro que no fuese Allah.’
Y otros dieron opiniones diversas.
En esto salió el Profeta, Allah le bendiga y le dé paz, y les preguntó: ‘¿De qué
estáis hablando?’
Se lo dijeron y él dijo: ‘Ellos son los que no hacen brujería ni piden a nadie que
la haga. Ni tampoco hacen augurios o vaticinios. Y a su Señor solamente se confían’.
Después se levantó Ukkasha y le dijo: ‘Pide a Allah que yo sea uno de ellos.’
Y dijo: ‘Tú estás entre ellos.’
Después se levantó otro hombre y dijo: ‘Pide a Allah que yo sea uno de ellos.’
Y dijo: ‘Se te ha adelantado Ukkasha’.”
Lo relataron Al Bujari y Muslim.
De Ibn Abbás, Allah esté complacido con los dos que solía decir el Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé paz:
“Allahumma laka aslamtu wa bika amantu wa alaika tawakkaltu wa ilaika anabtu
wa bika jasamtu; Allahumma aúdhu biizzatika; la ilaha illa anta an tudillani anta al hayyu
alladhí la tamut wal yinnu wal insu yamutún.”
(¡Oh Allah, me entrego enteramente a Tu mandato; en Ti he creído; a Ti me he
confiado; a Ti he vuelto; y por Ti he porfiado! ¡Oh Allah, me refugio en Tu fuerza
y poder. No hay dios sino Tú. Y me refugio en Ti del extravío. Tú eres el Viviente,
el Autosubsistente, Aquel que no muere. Y los genios y los hombres mueren!)”
Lo relataron Al Bujari y Muslim.
DE
De Abu Amrin Sufián Ibn Abdallah, Allah esté complacido con él, que dijo:
“¡Oh Mensajero de Allah, dime una palabra del Islam sobre la que no tenga
que preguntar a nadie más que a ti!
Dijo: ‘Di ‘Creo en Allah’. Después sé recto’.”
De Abu Huraira, Allah esté complacido con él que dijo el Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé paz:
“Sed comedidos y rectos. Y sabed que ninguno de vosotros se salvará por su
propia acción simplemente.
Preguntaron: ‘¿Ni siquiera tú, oh Mensajero de Allah?’
Dijo: ‘Ni siquiera yo, salvo que Allah me cubra con Su misericordia y Su favor.
Lo relató Muslim.
DEL EMPRENDIMIENTO DE LAS
BUENAS ACCIONES
De Abu Huraira, Allah esté complacido con él que dijo el Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé paz:
“Emprended acciones virtuosas y no retrasadlas. Pues se avecinan grandes
pruebas como una parte de la noche oscura. Amanecerá el hombre creyente y anochecerá
incrédulo; y anochecerá creyente y amanecerá incrédulo. Venderá su Din
por los bienes efímeros de este mundo.”
Lo relató Muslim.